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LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO

La construcción del conocimiento


 LA CONSTRCCIÓN DEL CONOCIMIENTO

INTRODUCCION

En el camino de la educación, el conocimiento es el actor que el hombre persigue desde los días que inició con el asombro, puesto que conocer le trajo la supervivencia, la capacidad de desenvolverse en las diferentes situaciones que se hallaba. Por eso es necesario argumentar claramente las ideas sobre el conocimiento y la forma de su construcción, en esa construcción se han centrado tantos filósofos, ha generado tantos escritos y contenidos textuales y explicaciones.

Surgieron corrientes filosóficas que trataron de explicar el origen del conocimiento, entre los más resaltantes están el racionalismo y el empirismo, ambos defendiendo con muy buenos argumentos que el conocimiento se origina en: la experiencia y en la razón. Los sentidos en verdad son las puertas de entrada del conocimiento, pues las personas somos y estamos equipados de cinco sentidos que nos sirven para valernos por sí mismos, pero quien ordena todo ese montón de información captado por los sentidos es la razón, puesto que las convierte en imágenes mentales e ideas que representarán a lo que fue captado por los sentidos, pero de ahí tenemos que dar un salto más hacia adelante, pues el conocimiento no es fruto sólo de una persona, la verdad no depende de una sola persona, sino que se van construyendo conocimientos que pueden ser verdaderas o no, o simplemente ser conocimientos sin necesidad de una veracidad, todo lo que importa es que sea útil en la vida del hombre.

Por tanto el hombre no tiene su valor por su coeficiente intelectual, pues cada quien puede ser muy bueno en una cosa y en otros no, por tanto son habilidades, capacidades y competencias que el hombre adquiere a través de su educación, el conocimiento se convierte en capacidades individuales que se complementan en la diversidad social.

Piaget y Vygotsky formularon estudios sobre los procesos del aprendizaje, cada quien desde su punto de vista pero ambos se complementan, por tanto la construcción del conocimiento ahora en la educación es un adquirir capacidades y competencias para que el estudiante se desenvuelva en la sociedad competitiva que hoy se vive, sea productivo.

 

I.                    CONOCIMIENTO

                                     1.     Una mirada histórica del conocimiento

Un trabajo monográfico pienso que se debe empezar siempre con una mirada a la historia, y como todo tema transcendental, el conocimiento es un tema que se ha visto desde los principios de la hominización, donde el hombre artífice del conocimiento tiene sus primeros asombros acerca de lo que le rodea y las actividades que desarrolla a diario. Como dice Comte los inicios son explicaciones basadas en mitos y leyendas, todo proviene con un misterio que no se puede develar sino es revelado por los mismos dioses originadores de tales cosas. El problemas social surge con la organización, ¿Cómo se debían organizar? ¿A quién se debía obedecer? ¿Qué actividades se tenían que desarrollar? Etc. Podemos plantear cantidad de interrogantes, pero todos ellos reflejaban las capacidades y facultades del ser humano, las vacas no piensan en construir una casa, porque no tienen esa facultad, por tanto todo cuanto puede pensar el hombre es porque está dentro de sus capacidades y facultades.

Desde la frase “conócete a ti mismo” en el umbral del Partenón, Sócrates es visto como el gran partero del conocimiento, pues con su mayéutica ayudaba al hombre a reflexionar sobre las cosas, no por nada es considerado padre de la filosofía occidental, Platón ya divide a las personas, unos serían agricultores y obreros, otros guerreros y los filósofos deberían ser los que gobiernen, explica en su mito de la caverna que el conocimiento es una reminiscencia del mundo ideal y que los que pueden llegar a contemplarlo salen de la caverna de sombras, y ahí podemos ver que el conocimiento no es uniforme para todos los hombres, sino que cada uno los consigue, cultiva, reflexiona y puede interpretarlo con su vida. Aristóteles toma todos los pensamientos que fueron flotando en aquél entonces sueltos y le da un orden y una dirección, en su gran obra el “órganon” divide la física de la metafísica, el conocimiento se basa en la búsqueda del principio de las cosas, su fin último.

En la edad media la teología cobra gran importancia, se preguntan sobre el “ser” de las cosas, se argumenta y reflexiona alrededor de las Sagradas Escrituras y los escritos de los padres de la Iglesia, San Agustín y Santo Tomás de Aquino  son los  que pusieron las bases fundamentales de la Iglesia. Es un proceso  largo de espera donde a organización social consiguió una estabilidad, pues los reinos y la Iglesia  tenían métodos los que el pueblo respetaba y sumiso en obediencia procedía la forma de vida planteada. En ese ambiente fue fermentando la idea de libertad, y con ello las tecnologías fueron demostrando y explicando algunos fenómenos ya no sustentados por reflexiones sino demostradas en la práctica, la naturaleza, las matemáticas, el comercio, fueron las puertas de salida de ese ambiente de mística, donde el conocimiento sufre un quiebre, pues las cosas empíricas reclamaban su valía de verdad, por otra parte la razón ordenadora de conceptos  argumentos también reclama su valía de verdad.

El racionalismo defiende que el conocimiento es formado por la razón humana, ya que este cuenta con una estructura racional. René Descartes nos dice que todos tenemos la facultad de razones, no hay diferencias en nuestra estructura racional sino que la dirección que le ponemos a esa estructura nos diferencia en nuestros pensamientos ya que quien persigue sus intereses.

“… la facultad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso, que es lo que propiamente se llama buen sentido o razón, es por naturaleza igual en todos los hombres; y por lo tanto, que la diversidad de nuestras opiniones no provienen de que unos sean más racionales que otros, sino tan sólo de que dirigimos nuestros pensamientos por caminos diferentes, y  no tenemos en cuenta las mismas cosas” (Descartes, 1993).

La facultad de razonar con la cual cuenta el hombre es visto por Descartes como una estructura igual en todos los seres humanos, en este caso estaríamos hablando de la capacidad de razonar del hombre, que todos contamos con esa facultad, pues somos seres racionales, ya los intereses que emprendemos en la vida son los que varían el sentido de nuestros pensamientos llevándonos a diferentes fines. Esa sería la razón de nuestra diversidad en el pensamiento, por tanto el conocimiento también es diverso pues cada quien atiende los diversos aspectos de su humanidad, y así en la diversidad se completa de atender todos los aspectos humanos en su integridad, el conocimiento apoya a satisfacer esas necesidades, por tanto el conocimiento entra en función de las necesidades humanas.

El empirismo por otro lado recorre un camino de contacto concreto con las cosas conocidas, el inglés Francis Bacon en su obra “novum organum”  afirma que para obtener conocimiento se debe partir de la realidad, por tanto el conocimiento se da más en la experiencia que en la razón, todo entra por los sentidos y puede ser procesado por la razón, a ello apoya David Hume “todas las percepciones de la mente humana se reduce a dos clases distintas, que denominaré IMPRESIONES e IDEAS. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y vivacidad en que inciden sobre la mente y se abren comino en nuestro pensamiento o conciencia” (Hume, 1984). Esta idea nos plantea de que nuestros sentidos perciben diferentes cosas en su andar, pero que hay detalles, fijaciones que nos impresionan ello produce en la mente humana una idea, esto se puede poner en practica sin necesidad de ir a un sitio específico o escoger una muestra, sino en la vida diaria, pasamos la mirada por un sin número de espacios, oímos un sin número de sonidos, palpamos, olemos y degustamos, esas sensaciones comunes nos producen diferentes impresiones e ideas, son como activadores de la mente. Pero el sujeto cognoscente no atrapa todo, sino sólo aquello que lo impresiona y además no está del todo seguro de la verdad, por tanto es necesario que ese conocimiento obtenido para que sea verdad también necesita pasar por el filtro de otros sujetos cognoscentes, así el conocimiento individual halla la necesidad la aprobación de otros.

Kant es un hito en este aspecto del conocimiento, pues no podemos pasarlo por alto ya que este filósofo une los dos corrientes el racionalismo y el empirismo, todo la razón humana y los sentidos están en el mismo hombre, por tanto el sujeto coordina sus capacidades para obtener conocimiento, nos dice “no se puede dudar que todos nuestros conocimientos comienzan en la experiencia” (Kant, 1976). Explica que no hay nada que no haya pasado antes por nuestra experiencia, pues el hombre para Kant nace en blanco con las categorías racionales en potencia del conocimiento, pero tampoco niega el racionamiento sino que todo conocimiento necesita de ambas cosas, razón y experiencia. Los conocimientos son a posteriori luego hay conocimientos a priori que son el resultado de conocimientos anteriores, es decir una deducción de los conocimientos previos, una inferencia. Así propone una mirada crítica al conocimiento.

El conocimiento se fue diversificando en áreas y campos específicos de estudio, se fue estructurando en leyes y un ordenamiento sistemático, del mismo modo se fue haciendo social, el sujeto cognoscente se convierte en sujetos cognoscentes, surge el conocimiento social y manera de construir el conocimiento en equipo. Pues el sujeto aprende con los otros, de los otros y para los otros, Jean Piaget es un  buen exponente contemporáneo del nuevo sentido del conocimiento.

                                                            2.      Filosofía del conocimiento.

El conocimiento como ya vimos en el anterior apartado fue, es y será un tema de estudio y reflexión, cuando hablamos de la filosofía del conocimiento, hablamos de la visión que se tiene acerca del conocimiento, este último como objeto de estudio, reflexión, atención, etc. Si no ponemos en ver la definición llegaremos a tantas definiciones como hay autores a lo largo de nuestros siglos de historia, por eso como diría Johannes Hessen en su obra “teoría del conocimiento” menciona que existen tantos sistemas pero que todos ellos tienen algo en común.

Dichos sistemas presentan, pues, el carácter de la universalidad. A éste se añade un segundo rasgo esencial común. La actitud del filósofo ante la totalidad de los objetos es una actitud intelectual, una actitud del pensamiento. El filósofo trata de conocer, de saber.” (Hessen, 1987).

Por tanto, para poder tratar de definir la filosofía debemos tener en cuenta ese carácter de universalidad y las actitudes de intelectual y pensamiento, pues la tendencia de la filosofía es el conocer, es como la gravedad, el filósofo busca conocer y hacer de ese conocimiento; universal. En el proceso del conocimiento el sujeto, el objeto y la conciencia son los artífices del movimiento fenomenológico del conocer, puesto que todo proceso sucede de forma ordenada, en un movimiento o manifestación a través de leyes que permiten tal manifestación del fenómeno conocido, la conciencia o razón como diría Kant, ordena en las categorías del razonamiento todo aquel conocimiento que emana del fenómeno.

“En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto. El conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros, que permanecen en ella eternamente separados el uno del otro. El dualismo de sujeto y objeto pertenece a la esencia del conocimiento.” (Hessen, 1987).

En esta reflexión Hessen nos quiere explicar que para el acto del conocimiento, tanto el sujeto como el objeto entran en una correlación mutua, sus esferas entran en conexión, y lo que se produce en ese acto es un cambio en el sujeto, mas no en el objeto, el sujeto abstrae las propiedades del objeto conocido, entonces el producto de este proceso es la “imagen” del objeto, en tal sentido Hessen agrega: “El conocimiento puede definirse, por ende, como una determinación del sujeto por el objeto.” Ya que en lo que el sujeto obtiene como conocimiento lo que predomina son esas propiedades del objeto conocido, por lo tanto en la relación sujeto objeto nos tenemos que preguntar ¿Cuánto conoce del objeto, el sujeto?, puesto que todo cuanto puede conocer es todo aquello que se le presente o manifieste del objeto por conocer y todo cuanto puede organizar el sujeto cognoscente en su conciencia o razón. Ahí partimos a otra pregunta sobre la verdad del conocimiento, ¿Es verdadero la concordancia del pensamiento consigo mismo y coincidente con la corrección lógica? O ¿Es verdad la concordancia del pensamiento con los objetos? Ahí llegamos al punto de preguntar a fondo de ¿Cómo se construye el conocimiento? ¿Todo es innato? ¿Todo es experiencia? Jean Piaget en ese entorno del innatismo y el empirismo surge con una nueva idea.

“Piaget propuso una explicación según la cual el conocimiento es el resultado de la interacción entre el sujeto y la realidad que le rodea. Al actuar sobre la realidad construye propiedades de esa realidad al mismo tiempo que construye su propia mente, por eso a esta posición se la ha denominado constructivismo.” (Hessen, 1987).

Para  el transcurrir del pensamiento filosófico esto es un cambio de  rumbo más amplio, ya que el sujeto ya no se enfrenta a un objeto al que David Hume dirá que ni existe, ya que el objeto sería algo imaginario por conocer, que debía su existencia gracias al sujeto que se interesa en conocerlo. Ahora el sujeto se enfrenta a una realidad compuesta, que mesclará emociones, relaciones, contactos, etc. En tal sentido el sujeto se ve en la necesidad de construir esa las propiedades de esa realidad porque en el fondo busca satisfacer sus necesidades y los de su entorno, por tanto al construir, construye su propio conocimiento en el proceso de la interacción con su realidad. El constructivismo guía el sentido del conocer a un conocer grupal, ya no es el “pienso luego existo” de Descartes, sino que todos construimos un conocimiento cultural, social en nuestra realidad, en nuestro entorno vital. Desde ahí se podrá ver también el aprendizaje significativo que el estudiante aprenda relacionando sus saberes previos con los que le enseñan en el colegio, y es significativo para el estudiante por que el aprendizaje surge de su realidad, de su entorno, son sus problemas de casa, barrio y le interesa.

Como conclusión, la construcción del conocimiento es un proceso discontinuo que se vale tanto de la experiencia como de la teoría. Que se ubica en distintas realidades (realidad dada y realidad construida) de acuerdo al sistema de valores que tiene el individuo que lo construyó; y que la eficacia de su interpretación va a depender de si el sujeto investigador es parte o no de dicha realidad. Sólo me quedan dudas sobre la mejor forma de comprender e interpretar la realidad que permita construir conocimiento, y más que requerir respuestas a mis interrogantes, planteo críticas y reflexiones en torno a estas cuestiones. El papel del investigador es esencial para poder generar instrumentos que permitan desarrollar reflexividad no entendida como autoconciencia, sino como capacidad de generar problematizaciones apropiadas y aportar nuevas preguntas que permitan generar dinámicas sociales de producción de conocimiento en comunidades y procesos de construcción colectiva.

 

II.                  CONSTRUCTIVISMO

 

1.      El constructivismo

Tenemos autores que han incursionado en este aspecto del conocimiento humano, en especial en el tema del constructivismo, como son Jean Piaget y Vigotski. Piaget propuso que el conocimiento es una interpretación activa de los datos de la experiencia por medio de estructuras o esquemas previos. Influido por la biología evolucionista, consideró estas estructuras no como algo fijo e invariable, sino que éstas evolucionan a partir de las funciones básicas de la asimilación y la acomodación. Por su parte Vigotsky considera que el desarrollo humano es un proceso de desarrollo cultural. Así, el proceso de formación de las funciones psicológicas superiores se da a través de la actividad práctica e instrumental, pero no individual, sino en la interacción o cooperación social. “La investigación de Piaget se centró fundamentalmente en la forma en que adquieren el conocimiento al ir desarrollándose”. (Linares, ) Lo que le interesa es cómo un niño llega a solucionar sus problemas, qué alternativas de solución se plantea, pues está convencido de que el desarrollo cognoscitivo supone cambios en la capacidad del niño para razonar sobre su mundo. Entonces podemos mencionar que a Piaget no le importa averiguar que si el niño conoce o no, sino que el aprendizaje tiene sus etapas de acuerdo a su desarrollo cognoscitivo, por ello considera cuatro etapas cognoscitivas.

2.       Constructivismo piagetiano

El constructivismo sostiene que el niño construye su peculiar modo de pensar, de conocer, de un modo activo, como resultado de la interacción entre sus capacidades innatas y la exploración ambiental que realiza mediante el tratamiento de la información que recibe del entorno, de ahí la importancia de tener buenos modelos con los que interactuar.

La génesis mental puede representarse como un movimiento dialéctico de evolución en espiral, encontrándose en el centro de este proceso la actividad. Pero Piaget defiende una actividad organizada no una actividad arbitraria y sin sentido. Por tanto, la actividad será la constante de todo tipo de aprendizaje desde el que tiene lugar en la etapa sensomotriz hasta el que culmina con las operaciones propias de las etapas lógico concreto y abstracto del pensamiento, en cuyas realizaciones va a desempeñar un papel fundamental al lenguaje. Piaget concede gran importancia también al conflicto cognitivo para provocar el aprendizaje. Los niños, y también los adultos, progresan cuestionando los esquemas cognitivos con los que interpretan la realidad, al comprobar que ya no les resultan suficientes y generando la necesidad de cambiarlos. También son importantes en esta teoría la cooperación para el desarrollo de las estructuras cognitivas (intercambiando saberes, puntos de vista, opiniones, etc.), porque la interacción entre compañeros suscita conflicto de opiniones; vincular aprendizaje con desarrollo perfectivo y la estrecha vinculación entre las dimensiones cognitiva y afectiva, resaltando la importancia en el aprendizaje, de la motivación.

La enseñanza basada en el aprendizaje constructivista pone énfasis en que los alumnos necesitan estar activamente implicados para reflexionar sobre su propio aprendizaje, realizar inferencias y transferencias y experimentar conflicto cognitivo. Esta conciencia de conflicto o dificultad, la comprobación de que el conocimiento de que uno dispone o su modo de trabajar es inadecuado, es un ejemplo de lo que los psicólogos llaman meta comprensión: el niño está preparado para saber cuándo se le hace saber que no sabe (Nisbet y schusmick, 1987: 72).

En este tema Piaget plante etapas o procesos cognitivos para el aprendizaje de un conocimiento. Organización: Las personas nacen con una tendencia a organizar sus procesos de pensamiento en estructuras psicológicas. Estas estructuras psicológicas son nuestros son nuestros sistemas para comprender e interactuar con el mundo. Las estructuras simples se combinan y coordinan para ser más complejas y, como consecuencia más efectivas. Es evidente que también pueden utilizar cada estructura por separado. Piaget denominó a estas estructuras esquemas. Los esquemas son elementos de construcción básicos del pensamiento. Son sistemas organizados de acciones o pensamiento que nos permiten representar de manera mental o pensar acerca de los objetos y eventos de nuestro mundo.

Adaptación: Las personas heredan la tendencia de adaptarse al entorno. Piaget creía que desde el momento del nacimiento una persona comienza a buscar maneras de adaptarse de modo más satisfactorio. En la adaptación participan dos procesos básicos: asimilación y acomodación.

La asimilación tiene lugar cuando las personas utilizan sus esquemas existentes para dar sentido a los eventos de su mundo. La asimilación implica tratar de comprender algo nuevo arreglándolo a lo que ya sabemos; es decir el sujeto actúa sobre el ambiente que lo rodea, lo utiliza para sí y entonces ese medio se transforma en función del sujeto.

La acomodación sucede cuando una persona debe cambiar esquemas existentes para responder a una situación nueva; es decir, el sujeto a sus esquemas se transforman en función del medio, el organismo debe someterse a las exigencias del medio. Reajusta sus conductas en función de los objetos: el resultado es la imitación. La asimilación y la acomodación actúan siempre juntas, son complementarias, se entrelazan y se equilibran, según la etapa del desarrollo.

Para Piaget el conocimiento está unido a la acción, a las operaciones, es decir a las transformaciones que el sujeto realiza sobre el mundo que le rodea (Delval, 1996; pág. 106 - 107). De esta manera el conocimiento se produce entre el sujeto y el objeto, pero no radica en ninguno de estos, sino que es fruto de la interacción que existe entre ambos, por lo tanto el conocimiento se da como una reflexión sobre las cosas que suceden en el entorno en cuanto se quiere dar soluciones a diferentes problemas y situaciones que exigen alternativas de solución, el error o fracaso forma parte del aprendizaje, es más, crea oportunidades de mejorar los métodos de solución, es decir retroalimenta  y amplía la solución planteada. A ello apoya Flavell mencionando que el conocimiento objetivo no es un dado por supuesto, ni una simple copia de información presente en el exterior captada por los sentidos, sino que es una construcción del sujeto a partir de la acción realizada sobre los objetos (Flavell, 1977; pág. 24).

                                                                                                                        3.      Constructivismo de Vygotsky

De acuerdo a Méndez (2002). Lev Vigotsky filósofo y psicólogo ruso que trabajó en los años treinta del Siglo XX, es frecuentemente asociado con la teoría del constructivismo social que enfatiza la influencia de los contextos sociales y culturales en el conocimiento y apoya un "modelo de descubrimiento" del aprendizaje. Este tipo de modelo pone un gran énfasis en el rol activo del maestro mientras que las habilidades mentales de los estudiantes se desarrollan "naturalmente" a través de varias "rutas" de descubrimientos.

En esta teoría, llamada también constructivismo situado, el aprendizaje tiene una interpretación audaz: Sólo en un contexto social se logra aprendizaje significativo. Es decir, contrario a lo que está implícito en la teoría de Jean Piaget, no es el sistema cognitivo lo que estructura significados, sino la interacción social. El intercambio social genera representaciones interpsicológicas que, eventualmente, se han de transformar en representaciones intrapsicológicas, siendo estas últimas, las estructuras de las que hablaba Jean Piaget. El constructivismo social no niega nada de las suposiciones del constructivismo psicológico, sin embargo considera que está incompleto. Lo que pasa en la mente del individuo es fundamentalmente un reflejo de lo que pasó en la interacción social.

El origen de todo conocimiento no es entonces la mente humana, sino una sociedad dentro de una cultura dentro de una época histórica. El lenguaje es la herramienta cultural de aprendizaje por excelencia. El individuo construye su conocimiento porque es capaz de leer, escribir y preguntar a otros y preguntarse a si mismo sobre aquellos asuntos que le interesan. Aun más importante es el hecho de que el individuo construye su conocimiento no porque sea una función natural de su cerebro sino porque literalmente se le ha enseñado a construir a través de un dialogo continuo con otros seres humanos. No es que el individuo piense y de ahí construye, sino que piensa, comunica lo que ha pensado, confronta con otros sus ideas y de ahí construye. Desde la etapa de desarrollo infantil, el ser humano está confrontando sus construcciones mentales con su medio ambiente.

Hay un elemento probabilístico de importancia en el constructivismo social. No se niega que algunos individuos pueden ser más inteligentes que otros. Esto es, que en igualdad de circunstancias existan individuos que elaboren estructuras mentales más eficientes que otros. Pero para el constructivismo social esta diferencia es totalmente secundaria cuando se compara con el poder de la interacción social. La construcción mental de significados es altamente improbable si no existe el andamiaje externo dado por un agente social. La mente para lograr sus cometidos constructivistas, necesita no sólo de sí misma, sino del contexto social que la soporta. La mente, en resumen, tiene marcada con tinta imborrable los parámetros de pensamiento impuestos por un contexto

Vygotsky plantea que los procesos psicológicos superiores, como la percepción, el razonamiento lógico, el pensamiento y la memoria, se encuentran mediados por herramientas, instrumentos, que son de creación social y como productos de la actividad humana a lo largo de su historia (Vygotsky, 1932; 1934). Es decir que el niño aprende en la interacción con su mundo, su sociedad que le rodea, por tanto, cuanta más interacción, más aprende. Dicha actividad se despliega en la esfera social, es decir entre la gente, en comunidades, grupos o díadas, de ahí que se denomine inter mental a dicha acción (Wertsch, 1991; 1997). Es como una psicología social, el cual poco a poco va moldeando la mente del pequeño que se impregna de forma de vida de su entorno, consigue un aprendizaje cultral. Vygotsky habló de actividades que se desarrollan primero en el ámbito social para después actuar en la esfera de lo personal: “en el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: primero, a nivel social, y más tarde, a nivel individual; primero entre personas, y después, en el interior del propio niño” (Vygotsky, 1932: 94). A los cuales llamo herramientas del pensamiento, las herramientas técnicas que serían los objetos como el papel, lápiz, regla, martillo, con los cuales apoyan su aprendizaje, pero también tiene herramientas psicológicas, como es el lenguaje que usa a diario para comunicarse, el lenguaje egocéntrico para hablar en voz alta consigo mismo, y el lenguaje interno para plantear ideas, ordenar y organizar argumentos a decir.

Ampliar las posibilidades de elección de mediaciones en determinadas situaciones es lo que Schudson ha nombrado como “concepción optimista de la cultura”, que plantea que los grupos al momento de realizar una actividad tienen “un grado de elección consiente” de los medios a utilizar. De esta manera, en el juego de herramientas, “un grupo se acerca al entorno de una tarea que requiere una función mental (por ejemplo, la memoria) de una manera tal que cuenta, por lo menos en principio, con múltiples opciones diferentes para tratar con ella” (Wertsch, 1997: 185). Hay “fuerzas” que dan forma a ese uso, y son sociohistóricas. Un ejemplo multicitado, es el de la búsqueda de las estrategias que se usan para recordar: “una niña de seis años ha perdido un juguete y pide ayuda a su padre. El padre pregunta dónde lo vio por última vez; la niña dice “no puedo recordar. El hace una serie de preguntas: ¿lo tenías en tu habitación?, ¿afuera?, ¿al lado? A cada pregunta, la niña contesta „no. Cuando él dice ¿en el coche?, ella responde “creo que sí, y va a recuperar el juguete” (Tharp y Gallimore, en Wertsch, 1991: 45). La interrogante aquí es, quién recordó: la niña o el papá. La respuesta es, los dos: y las formas o estrategias para recordar al paso del tiempo, serán utilizadas por la niña, pero tales estrategias tienen su origen en el plano social, en la relación con su padre. Es decir, se va de lo inter mental a lo intra mental. De lo cultural a lo personal.

En ese sentido, para aclarar el paso de lo social a lo personal, Vygotsky acuñó un proceso, el de interiorización o internalización, que se concibe como el proceso mediante el cual se reconstruye internamente (a nivel personal) una operación que originalmente se encuentra en el mundo exterior (en la cultura), como los ademanes o el gesto, o las estrategias para resolver problemas. Puede ser el caso de los acordeones o notas que los estudiantes llevan a la hora de que se les aplica un examen.

Es que todos los grupos tienen un acceso, sino ilimitado, si amplio en las arenas del lenguaje, de los discursos para construir su realidad y dar cuenta de ella. Los construccionistas sociales saben mucho al respecto (Gergen, 1994), sobre todo cuando indican que las distintas formas de hablar “dependen del mundo” en la medida en que aquello que se dice se encuentra “enraizado, o basado, en lo que los hechos del mundo” permiten decir; y asimismo, lo que se toma como naturaleza del mundo “depende de nuestras formas de hablar de él”. En tal caso “no es sólo que se pueda decir que ambas cosas son ciertas, sino que se deben afirmar las dos, pues deben su existencia separada a su interdependencia… si bien se debe decir sobre las circunstancias sólo lo que los hechos permitan, la naturaleza de tales hechos es tal que permite afirmar dos verdades opuestas” (Shotter, 1990: 142), como ocurría con los retóricos griegos del siglo V a. C. donde existían dos puntos de vista igualmente válidos ante una situación.

Por tanto podemos concluir con que el lenguaje o habla es el instrumento que ayuda al niño formar y concebir sus conocimientos, partiendo desde su experiencia social y la interacción con la misma, de ahí surge el saber o conocer del niño.

 
III.                CONCLUSIONES

·         El hombre es capaz del conocimiento, por las facultades físicas y racionales.

·         El conocimiento pasa por el proceso de los sentidos.

·         El conocimiento pasa por las facultades del razonamiento humano.

·         El constructivismo como teoría del conocimiento.

·         El conocimiento constructivista fruto de la interacción sujeto sociedad.

·         El niño aprende con la confrontación de sus saberes previos y la enseñanza.

·         El conocimiento significativo.

 

IV.                BIBLIOGRAFÍA

DESCARTES, René. Discurso del método. Tecnos. 1993. Pág. 4.

HUME, David. “tratado sobre la naturaleza humana”, Ediciones Orbis, 1984. Pág. 87.

KANT, Immanoel. Critica de la razón pura, Buenos Aires: Losada. Volumen I. pág. 14.

HESSEN, Joannes. “Teoría del conocimiento”. Instituto Latinoamericano de Ciencia y Artes. Pág. 6.

DELVAL, Juan. “¿Cómo se construye el conocimiento?”. Universidad Autónoma de Madrid. Pág. 4.

LINARES, Aurelia Rafael. Desarrollo Cognitivo: las teorías de Piaget y Vigotsky. Universidad Autonoma de Barcelona. Pág. 2.

Vygotsky, L. (1934). Pensamiento y Lenguaje. Barcelona: Paidós, 1995.

Wertsch, J. (1997). “Memoria colectiva: cuestiones relacionadas con una perspectiva sociohistórica”.

Shotter, J. (1990). “La construcción social del recuerdo y el olvido”. En Middleton, D. y Edwards, D.

(comps.). Memoria Compartida. La Naturaleza Social del Recuerdo y del Olvido, pp. 137-155. Barcelona: Paidós, 1992.

Shotter, J. (1993). Realidades Conversacionales. La Construcción de la Vida a Través del Lenguaje. Buenos Aires. Amorrortu, 2001.

Gergen, K. (1994). Realidad y Relaciones. Aproximaciones a la Construcción Social. Barcelona: Paidós, 1996.

http://www.cca.org.mx/dds/cursos/cep21/modulo_1/main0_35.htm


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